Sabado 5 de Marzo. 2.00 a.m.

... sacudido entre las vibraciones arrítmicas y sincopadas de el aire interior, la luz tambaleante de el plástico traslucido cayó como un péndulo, rozando mi cabeza.
Cuatro bombeos, cuatro sacudidas dobles, simples y sencillas, bastaron para que el auto aparentemente cardiaco en el que yo viajaba muriese de una vez....
Vi la llanta delantera izquierda salir volando, y luego toda clase de juegos pirotécnicos entre ruidos de los más curiosos. Chispas saliendo de el lado derecho, luego, ¡PUM! La llanta trasera explota. Más chispas. Todo muy bonito. -Tuve un pequeño performance- pienso que diré cuando tenga que hacer el reporte de daños con mis viejos.

El auto sigue patinando, pero no dá vueltas, aun lo controlo un poco.

Por fin, todo para. El auto está hecho una mierda de color rojo, tinto, petróleo suave y sangre metalizada.

Ya, fuera la poética barata.

Aparente perdida total. Voy a tener que pagar el deducible. A ver que me dan. Chingue a su madre el cabrón que me echó encima su auto.

... Si... fue un bonito performance...

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