inventa entonces, si no sabes que pasa... cuentame entonces otro cuento, uno que te haga dormir...


era un niño que le gustaba meterse balas en la cabeza
pero de tantas balas que se había metido
ya no era divertido
las balas atravesaban el cráneo sin dañar, ya ni siquiera le hacían unas pocas cosquillas como antes
se podía mirar a traves del agujero de su cabeza.
El niño se aburrió de falsamente suicidarse 6 veces al día
y entonces, decidió que lo mejor sería salir y conocer algo
no jugar al muerto fresco
Entonces, se puso un beannie para que no se viera su agujero, y salió a la calle.
Trato de ser normal
de ver lo quien había afuera
y se encontró conque todos estaba tirandose de balazos unos a otros, golpeandose, mordiendose, engullendose
pero... era la visión del niño
en su pobre cerebro dañado.
así que la gente podría haber estado bien.... o no
pero el lloró
y cuando lloró, se tiro en el suelo
y después de un rato, miró el cielo
le corrió una lagrima más, que se introdujo por el agujero en su cabeza. Y regresó a su casa, con la inocente gota dentro de su cuerpo.
Solo recordó que alguna vez había tenido ilusiones
y el cerebro le empezó a hacer efervescencia con la gota lacrimal
hasta que se deshizo entre chispas verdes, amarillentas y purulentas, con espasmos ocasionales
y al ver la muerte tan de cerca, decidió que ya no la quería más:
pero su cerebro ya estaba frito
y su corazón... su corazón nunca lo había sabido usar

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