Se encontraron simplemente no mirandose a los ojos. Él había dejado el edificio donde trabajaba, solo porque se dio cuenta de que podía hacerlo. Como para demostrarse a si mismo que aún tenía algo de convicción, de valentía, de voluntad propia. Salió, asi nada más, como lo hacen todos cada día. Todos lo que se sienten no enamorados. Caminó, cruzó una avenida de cuatro carriles mirando a cada mujer que se acercaba a él. Dejó atras a una mujer joven que usaba una blusa escotada verde chillante, a una morena bonita con aretes demasiado grandes para su cara más bien pequeña, y excesivos para el vestuario, que era más bien un poco barroco, en especial en la parte superior, con lentejuelas y bordados. Caminó por el largo andador que lo dirijía por el costado de una iglesiadejando pasar a todas las personas, mirandolas de reojo y pensndo en estrategías para hablarles, buscando alguien a quien hacer complice de una conversación interesante, probablemente aderezada con flirteos.

Comentarios

Entradas populares