Adios a las apariciones, a los contrastes, a las contradicciones. Se muy bien que todos caminamos y caemos en circulos infinidad de veces, o en espirales de formas irregulares que evitandonos descender en un vertiginoso limbo gravitacional, solo nos propinan una caida entre paredes llenas de aristas, que, de paso, mientras nos guían hacia el fondo, nos van rasgando. Otros tantos caminan en circulos, volviendo una y otra vez al mismo lugar sin poder salir de su ruta. La linea recta pareciera ser sencilla, correcta, aburrida y artificial, y quizá lo sea. Quizá lo mas órganico sea lo mas real, aquellas rutas parecidas a las lineas vitales que transportan nuestra sangre y la de todos, viajando en el cerebro, en los brazos, en los labios, en la piel, en el corazón, en las manos; quizá ese devenir de sucesos naturales sea el camino tao que hay que tomar.

Y parece por el momento que las cosas fluyen. Contratiempos, infinidad de ellos, de obstáculos que por el momento me van pareciendo, a medida que avanza nuestra sangre entre prados, lineas telefónicas, carreteras, aviones, desiertos, ciudades, recuerdos, imagenes, sonidos, sonrisas, deseos, certezas, esperanzas, elucubraciones; parecen tan naturales como nuestra propia e intima situación, llena de cosas tan asumidas que no son carga sino parte de. Y quizá toda nuestra travesía sea un fracaso. Pero tambien puede que aquella caida en espiral que tanto hemos temido y aborrecido no sea mas que una manifestación del orden natural de las cosas, una protesta para decir, quizá entre autoengaños, que todo tiene una razón en este infinito inpalpable. Quizá el caos sútil existente ya tan mentalizado sea solo una ínfima parte de algo mucho mayor que, concatenado, nos puede llevar por los mismos caminos, o quizá a lugares y tiempos distintos...

Pero, por hoy, me gusta sentir que todo es parte de algo mucho mas grande, desligado de la logica vital inmediata...
Por hoy, mis esperanzas y planes a mediano plazo, son mas que suficientes para mi.
Pareciera que por fin vivo por momentos esa teoría representada por la sección aurea, y no en la cuestión practica, sino en la interna. Quizá esta paz y esta infinidad de sonrisas me han sacado demasiado de mi realidad habitual y, no, no estoy sobrio. Cada vez me estoy convirtiendo mas en un yonki de las sustancias naturales psicoactivas, drogadicción casi autosustentable, y eso me gusta. Este rush no es uno de tantos. Este, parece haber tenido el catalizador mas dulce.