tengo un brazo izquierdo

Ladras
Ladras
Ladras
demasiado cerca a mi cerebro,
lo desgarras,
hay colmillos (otra vez), hay saliva
esparciendose
por doquier
Ladras (otra vez)
(en realidad nunca paraste)
y me aturdes con tus quejas
con tu violencia que es la mia
mi violencia contenida
tu tan obvia, tan palpable, tan tangible, EXHIBICIONISTA
y con tus velos misteriosos, tan cliché en tus conceptos
tan aburrida en tus defectos.
Pero la inercia grita
"Amarte" ¿Cuando?
Sabemos que no, lo sabemos ambos
y ahora mato mis neuronas
sin la droga (no hay mucho papel moneda)
sin la coca (solo euforia, solo euforia)
sin la mota (demasiada)
sin la salvia (no consigo)
sin mi whisky (no tengo vasos)
o mi cerveza (no hay cerveza)
Es tan facil deshacerme
de la realidad en el estanque (eres agua pasada)
caminar como los buzos
apoyandome en el cieno
agarrandome del mante
y salir a la superficie pocos metros adelante
las piernas se mueven tan lento
pero al fin
ahogado siempre
es un logro haber llegado
¿a donde?
Lejos de ti
lejos de mi
Donde aun estás babeando,
tan hermosa
(una mentira)
tan humana
(otra mentira)
tan mujer
(tres mentiras)
Ladrando
aqui en mi oreja
por tu sola presencia
(ficticia)
entre nosotros dos.
Nosotros dos.
Pero un Nosotros en el que no estas incluida
el Nosotros que destruí con ella.
Y ahora vuelvo.
Decepcionando, como antes
sin ser la decepción
que han creido
Y me declaro, como antes en amor con mi neurosis
Y esto es una carta abierta
que al final se niega.
Efectivamente: no, no te sientas incluida.
Afectivamente: el discurso es incluyente.
Neuralgia.
Neuralgia.
Y en amor con mi neurosis.