under reconstruction
hazme un favor : -escribió él-
deja de leer y solo escucha, dedicate a escuchar, a absorverte en los significados y en el esnobismo que siempre hemos buscado
Borró. Una tercera canción sonó gracias al reproductor de sonidos de siempre en la pc y probablemente eso constituyera parte de la distracción que lo hizo pensar en cortar la linea de pensamiento que ya había escrito. Cualquiera que fuese el asunto, se dio cuenta de que trataba de reseñar un disco que hace meses no escuchaba pero que tenía un titulo y una portada apasionantes:
se rió de la hipotética persona que difiriera pasionalemente con su sentimiento al mirar la siguiente portada
y pensó en tomar mas de su whisky y repensar la realidad dramáticamente aburrida que no vivía, pero que parecía demasiado llena de contradicciones para hacer la narración fluida, así que optó por guardarse cualquier expresión fidedigna para mejores ocasiones.
Lo cierto, es que no pudo, y mientras pensaba, se dio cuenta de lo sencillo que podría resultar para quien fuese el acto de complacerlo, pero tambien notó las complicadas implicaciones que inevitablemente tendría que contener el asunto y se preguntó él cómo hacer para explicar a la hipotética persona de sus hipotéticas (mas no utópicas) realidades futuras que él, el que hablaba, era tan estúpido que incluso podía pensar que un simple pedazo de listón podría ser el regalo perfecto acompañado de las palabras adecuadas. Una pieza de encaje... una hoja robada de algún libro una tarde de extravío en la parte mas escondida de algún sanborns. Un boleto de camión con algo escrito en la parte trasera, con la tinta absorviendose de la forma menos adecuada. Un pétalo, el filo de una hoja perfumado en ella...
y... tomó...
la pausa necesaria.
Se había perdido una vez mas en el anhelo del desconocimiento de lo que el mundo contenía para él. Divagó "lo prudente" mas no lo suficiente y cerró la ventana que contenía lo que escribía en la pantalla, en ningún lado. No guardó nada: Todo lo que había puesto en palabras era una irrelevante diatriba de inconsistencias, y había demasiados signos de puntuación errados por todo el texto.
Tiró a la mierda el mundo.
En algún lugar, un titiritéro rozó una cuerda, y en algún otro punto milimétrico del sistema solar, el globo ocular de un alguien explotó, presionado por el mas fino y agudo punto de la morfología de un martillo, comprado expresamente para ese asunto. Los fluidos del ojo se desparramaron en la victimizada cuenca ocular en milisegundos, explotando todo en un pequeño lago de sangre y sustancias gelatinosas, ambarinas y semitransparentes. Pedazos de parpado nadaron por centésimas de segundo en el fluido heterogeneo y grumoso que se desparramaría mas adelante entre gritos al retirar de la cuenca ocular izquierda de la víctima, que se retorcería mas de locura y frustración que de dolor, la cabeza del martillo. Las patitas del instrumento rasparían parte del hueso de la tibia calavera que constituía la humana cabeza de la víctima, arrancando mínimos pedazos de este, pequeñísimos pedazos de hueso y sangre que los paramédicos ni siquiera tratarían de reconocer y que, probablemente, aunque lo intentaran, no podrían.
Él, decidió en ese preciso, independiente e ignorado momento borrar todo lo que había escrito y dejar que la música sonara.
Así pues, tambien el mundo explotó, como si no significara nada.
Mientras estas atrocidades pasaban, él desapareció en sus pensamientos, pensando lo fácil que sería hacerlo feliz, pensando que no pasaba nada.
... y nada pasó.
Volvió a comenzar el viaje, con la música sonando.
Song for You - Little Annie & Paul Wallfisch
deja de leer y solo escucha, dedicate a escuchar, a absorverte en los significados y en el esnobismo que siempre hemos buscado
Borró. Una tercera canción sonó gracias al reproductor de sonidos de siempre en la pc y probablemente eso constituyera parte de la distracción que lo hizo pensar en cortar la linea de pensamiento que ya había escrito. Cualquiera que fuese el asunto, se dio cuenta de que trataba de reseñar un disco que hace meses no escuchaba pero que tenía un titulo y una portada apasionantes:
se rió de la hipotética persona que difiriera pasionalemente con su sentimiento al mirar la siguiente portada
y pensó en tomar mas de su whisky y repensar la realidad dramáticamente aburrida que no vivía, pero que parecía demasiado llena de contradicciones para hacer la narración fluida, así que optó por guardarse cualquier expresión fidedigna para mejores ocasiones.
Lo cierto, es que no pudo, y mientras pensaba, se dio cuenta de lo sencillo que podría resultar para quien fuese el acto de complacerlo, pero tambien notó las complicadas implicaciones que inevitablemente tendría que contener el asunto y se preguntó él cómo hacer para explicar a la hipotética persona de sus hipotéticas (mas no utópicas) realidades futuras que él, el que hablaba, era tan estúpido que incluso podía pensar que un simple pedazo de listón podría ser el regalo perfecto acompañado de las palabras adecuadas. Una pieza de encaje... una hoja robada de algún libro una tarde de extravío en la parte mas escondida de algún sanborns. Un boleto de camión con algo escrito en la parte trasera, con la tinta absorviendose de la forma menos adecuada. Un pétalo, el filo de una hoja perfumado en ella...
y... tomó...
la pausa necesaria.
Se había perdido una vez mas en el anhelo del desconocimiento de lo que el mundo contenía para él. Divagó "lo prudente" mas no lo suficiente y cerró la ventana que contenía lo que escribía en la pantalla, en ningún lado. No guardó nada: Todo lo que había puesto en palabras era una irrelevante diatriba de inconsistencias, y había demasiados signos de puntuación errados por todo el texto.
Tiró a la mierda el mundo.
En algún lugar, un titiritéro rozó una cuerda, y en algún otro punto milimétrico del sistema solar, el globo ocular de un alguien explotó, presionado por el mas fino y agudo punto de la morfología de un martillo, comprado expresamente para ese asunto. Los fluidos del ojo se desparramaron en la victimizada cuenca ocular en milisegundos, explotando todo en un pequeño lago de sangre y sustancias gelatinosas, ambarinas y semitransparentes. Pedazos de parpado nadaron por centésimas de segundo en el fluido heterogeneo y grumoso que se desparramaría mas adelante entre gritos al retirar de la cuenca ocular izquierda de la víctima, que se retorcería mas de locura y frustración que de dolor, la cabeza del martillo. Las patitas del instrumento rasparían parte del hueso de la tibia calavera que constituía la humana cabeza de la víctima, arrancando mínimos pedazos de este, pequeñísimos pedazos de hueso y sangre que los paramédicos ni siquiera tratarían de reconocer y que, probablemente, aunque lo intentaran, no podrían.
Él, decidió en ese preciso, independiente e ignorado momento borrar todo lo que había escrito y dejar que la música sonara.
Así pues, tambien el mundo explotó, como si no significara nada.
Mientras estas atrocidades pasaban, él desapareció en sus pensamientos, pensando lo fácil que sería hacerlo feliz, pensando que no pasaba nada.
... y nada pasó.
Volvió a comenzar el viaje, con la música sonando.
Song for You - Little Annie & Paul Wallfisch
Comentarios
besos asumidos
A.