La horrible maestra. Sus tobillos morenos y sucios asomándose a hurtadillas tras del escritorio.
Esos pies secos en partes y arrugados como la piel de un xoloitzcuintle. Esos bordes blancuzcos que marcaban el inicio del reinado de la sandalia plástica, el comienzo de una planta del pie sudorosa y pastosa por la acumulación de...
La mujer columpiaba su sandalia impasiblemente mientras una y otra vez, maquinalmente, encimaba borla sobre borla sobre borla, hasta que después de una semana, los algodoncitos de color verde aqua iban tomando la forma de un gorro pequeño que bien pudo haber sido para un niño pequeño o para un perro, pues quien sabe que costumbres insalubres tendría la mujer aquella, inmensamente amargada, que pasaba su tiempo libre tras de un escritorio laminado, ignorando a esos humanoides en pupitres.
Benditos maestros desinteresados. El niño los entiende, entiende su desinterés. ¿Quien querría ser maestro tras verse traicionado por personas que a sus cuarenta y tantos tenían mucha menos ética que un niño de siete? ¿Quien podría reponerse? Él no puede. No es la sandalia aforrándose a la uña para no caer al vacío. Es que... ¿quien querría ser esa sandalia, suspendida en el espacio y el tiempo, con el destino colgando de un destino aún más sucio?
Descanse en paz la maestra Marta, mal ejemplo para niños de muchas generaciones. Ha muerto tras años de luchar contra contra la diabetes que hacia cosas con sus pies de por si poco higiénicos. Descanse en paz pues, también, el niño que quiso alguna vez creer en los maestros y su poder para abrir mentes.
Hay niños que mueren a cada impresión.
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"ahí la dejamos"
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hablarme por qué medio, mr. esqueda?
descanse en paz la maestra marta.
ah, sí.
el celular no me sirve de nada.
pues no te entiendo, hiena rabiosa.
... una Lucia me pego con la tabla del borrador por atrasarme en unas multiplicaciones. Creo que entiendo su accion, por que la pobre Lucia queria demasiado a las multiplicaciones y las multiplicaciones las unicas que la querian a ella.
y lo envido un poco x que algunos no tenemos la fortuna de saber si ya murieron, ni de desearles felices descansos.
Jojojo... yo tenía una maestra de kinder odiosa y grosera... sólo lo era conmigo... no se por qué me tiraba mala onda... se volvió a repetir en secundaria, ahí ya estaba yo más grande y pude defenderme de la zorra esa... Hoy en día tiene una enfermedad muy culera. Pobre.
tortas ahogadas de cacahuate... es todo lo que tengo que decir.
te odio.
res pon de
wow me encanto tu manera de describir las cosas creo aprendi nuvas palabras hoy :D besitos ...me gusto ,amenazo con volver.
quiero regresaaaaaaaar
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